La celiaquía es una enfermedad sistémica de carácter autoinmune que afecta a personas con predisposición genética y se desencadena con el consumo de gluten. Se trata de una enfermedad crónica, por lo que una vez que se desarrolla nos acompaña durante toda la vida, y el único tratamiento existente es el seguimiento estricto de una dieta exenta de gluten. Estos aspectos hacen que algunas personas afronten el diagnóstico con una mezcla de ansiedad e incertidumbre.

RECOMENDACIONES

1º Guardar la calma. Aunque a partir de ahora tu vida vaya a dar un cambio radical, ese cambio será en positivo y repercutirá directamente en tu salud. Poco a poco tu vida volverá a la normalidad, solo es cuestión de adquirir nuevos hábitos. Si tienes síntomas, estos irán remitiendo y verás cómo mejora tu calidad de vida; si no tienes síntomas es importante saber que el daño intestinal es el mismo, y de no seguir la dieta aparecerán complicaciones y problemas de salud asociados.

Aceptación. Es importante comprender la enfermedad, aceptarla y comprometerte a vivir con ella sin más limitaciones de las que nos origina.

3º Ponte en contacto con la asociación de celíacos de tu ciudad. Podrán ayudarte a solventar todas las dudas iniciales que surgen y te darán pautas para el seguimiento de la dieta sin gluten de una manera segura: alimentos con/sin gluten, restaurantes, puntos de venta, etc.. además podrás conocer a otras personas con la misma problemática.

 La cocina. Será el espacio donde habrá que hacer algunos cambios:

  • Cuidado con la contaminación: a partir de ahora habrá que ser más meticuloso con la limpieza. La harina de trigo deberá salir de casa, ya que contamina mucho, y sustituirla por harina sin gluten.
  • Asigna un armario a todos los productos sin gluten: pan, galletas, harina… de esta forma evitaremos posibles contaminaciones.
  • Podremos seguir utilizando los mismos utensilios, ya que el gluten se elimina con agua y jabón, no obstante, habría que evitar los materiales porosos como tablas de madera. Si utilizas tostadora, es mejor tener una exclusiva para productos sin gluten, ya que es difícil poder limpiarla correctamente.
  • Horno y microondas: No hay ningún problema a no ser que haya restos de harina o de alimentos con gluten en las bandejas o recipientes que se van a utilizar, por lo que debemos verificar que el horno está limpio antes de hornear la comida sin gluten y si no es así limpiarlo.

Además, recomendamos poner siempre papel de horno en la bandeja y no activar la función de aire al hornear comida sin gluten.

5º Informa a tu círculo social de tu enfermedad. Familiares, amigos y compañeros de trabajo deben conocerlo para que sepan qué puedes comer y evitar la contaminación cruzada.

6º Comer fuera de casa y viajar. Quizá sea la parte más complicada, ya que siempre se plantea la incertidumbre por no saber lo que te vas a encontrar, si hay un supermercado cercano, si los restaurantes van a tener menú sin gluten o si el hotel está preparado para alojar a un celíaco. Es importante planificar bien los viajes para evitar imprevistos que nos hagan tener una mala experiencia, para ello puedes contactar con la asociación correspondiente del lugar donde vayas a viajar.