¿Qué es la enfermedad Celíaca?
¿Qué es la enfermedad Celíaca?

¿Qué significa esto?

Se trata de un trastorno sistémico porque la enfermedad no afecta únicamente al aparato digestivo, sino que cualquier otra función del organismo puede verse alterada. Es habitual que existan problemas reumatológicos, endocrinos, neurológicos, psiquiátricos, dermatológicos o reproductivos, que de hecho son más frecuentes que los síntomas puramente intestinales.

Se dice que tiene una base inmunológica porque el sistema inmunitario reacciona de manera inadecuada cuando detecta gluten en el intestino. Es decir, el gluten presente en los alimentos, al llegar al intestino delgado, desencadena una reacción inflamatoria y autoinmune que daña la pared intestinal llegando a destruir las vellosidades intestinales, y que puede tener consecuencias más allá del intestino. Por tanto, la enfermedad celíaca no debe ser considerada una mera intolerancia, pues las intolerancias alimentarias carecen de una base inmunológica.

Aproximadamente el 30% de la población tiene predisposición genética a enfermedad celíaca, ya que posee al menos una de las variantes genéticas de riesgo: HLA-DQ2 o HLA-DQ8. Sin embargo, la enfermedad celíaca afecta, en promedio, al 1% de la población. Las personas que no tienen predisposición genética tienen una probabilidad casi nula de desarrollar la enfermedad celíaca. Por ello se dice que el estudio genético tiene un elevado valor predictivo negativo.

Información sobre la celiaquía

La prevalencia estimada en los europeos y sus descendientes es del 1%, siendo más frecuente en las mujeres con una proporción 2:1. Constituye el trastorno inflamatorio intestinal más frecuente en España. Sin embargo, un porcentaje importante de pacientes (75%) están sin diagnosticar debido, en su mayor parte, a que la enfermedad celíaca durante años se ha relacionado, exclusivamente, con su forma clásica de presentación clínica, sin tener en cuenta otras manifestaciones.

Los síntomas más frecuentes son: pérdida de peso, pérdida de apetito, fatiga, náuseas, vómitos, diarrea, distensión abdominal, pérdida de masa muscular, retraso del crecimiento, alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, introversión, tristeza), dolores abdominales, meteorismo, anemia por déficit de hierro resistentes a tratamiento. Sin embargo, tanto en el niño como en el adulto, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes, dificultando el diagnóstico.

Infancia Adolescencia Adulto
Vómitos Anemia ferropénica Diarrea malabsortiva
Diarreas fétidas, abundantes y grasosas Dolor abdominal, diarrea malabsortiva Apatía, irritabilidad
Nauseas Estreñimiento, meteorismo Depresión
Anorexia Hepatitis Astenia
Astenia Estomatitis aftosa Inapetencia
Irritabilidad Queilitis angular Pérdida de peso
Pelo frágil Dermatitis atópica Dermatitis herpetiforme
Distensión abdominal Cefaleas, epilepsia Anemia ferropénica
Hipotrofia muscular: nalgas, muslos y brazos Estatura corta, retraso puberal Osteoporosis, fracturas, artritis, artralgias
Fallo de crecimiento Menarquía tardía Colon irritable, estreñimiento
Introversión Artritis crónica juvenil Abortos, infertilidad, menopausia precoz
Dependencia Frecuentemente asintomática Epilepsia, ataxia, neuropatías periféricas
Leucopenia, coagulopatías, trombocitosis Cáncer digestivo
Defectos de esmalte dental Hipertransaminemia
Retraso pondoestatural

El diagnóstico de la enfermedad celíaca se hará teniendo en cuenta:

  • Clínica sugerente: manifestaciones clínicas producidas por la ingesta de gluten.
  • Marcadores serológicos: anticuerpos específicos en sangre. Se obtienen de una muestra de sangre periférica. Los anticuerpos a determinar son:

Anticuerpos antitransglutaminasa IgA e IgG (ATG)

Anticuerpos antiendomisio IgA e IgG (EMA)

Anticuerpos antipéptido deaminado de gliadina IgA e IgG (AntiDGP)

  • Marcadores genéticos: variantes genéticas HLA de riesgo (DQ2 y/o DQ8). Se obtienen mediante una muestra de saliva o de sangre del paciente. Se utilizan principalmente para excluir el diagnóstico de enfermedad celíaca.

Un resultado negativo descarta la posibilidad de padecer enfermedad celíaca con un 99% de posibilidades.

La positividad de esta prueba no es diagnóstica de enfermedad celíaca (el 30% de la población presenta la predisposición genética pero sólo un 2-3% de los pacientes que tienen estos genes desarrolla la enfermedad)

  • Daño intestinal característico: la característica principal de la enfermedad celíaca es la lesión intestinal que provoca en el duodeno, que es el primer tramo del intestino delgado. Para evaluar si existe lesión o no, es necesario realizar la toma de varias muestras duodenales (biopsias) mediante endoscopia.
  • Respuesta a la dieta sin gluten: resolución de los síntomas, negativización de los anticuerpos y mejoría del daño intestinal.

Es importante destacar que la evaluación clínica del paciente y las pruebas complementarias se deben hacer siempre que sea posible antes de empezar el tratamiento de la dieta sin gluten porque pueden aparecer falsos negativos.

El único tratamiento eficaz es el seguimiento de una dieta estricta sin gluten y sin transgresiones durante toda la vida, ya que el consumo de pequeñas cantidades de gluten siempre produce daño en el intestino de los celíacos.

Además de la enfermedad celíaca, el gluten puede provocar diferentes enfermedades, todas ellas debidas a reacciones adversas del sistema inmunológico, que se activa cuando el gluten es detectado por nuestros glóbulos blancos (las «defensas»), algo que en condiciones normales no debería ocurrir.

  • Alergia al gluten (o al trigo en general)

Las alergias son reacciones inmunológicas adversas que se desencadenan de manera muy rápida (en cuestión de minutos, como mucho horas) a partir del contacto con la sustancia frente a la que se ha producido sensibilización, que es la que denominamos alérgeno y que en condiciones normales no es dañina para el organismo ni para la salud.

Determinados componentes del trigo, entre ellos el gluten, pueden desencadenar diferentes reacciones alérgicas según la vía de sensibilización.

  • Sensibilidad al gluten no celíaca

Patología cuyo reconocimiento es relativamente actual, a pesar de haber sido citada por primera vez hace varias décadas. Aún no se sabe si el gluten es el causante de esta enfermedad y se investiga si otros componentes del trigo, o de los cereales en general, podrían estar implicados, con o sin la participación del gluten. Actualmente se están investigando sus características, de las cuales ya se conoce que el paciente puede tener una sintomatología similar al colectivo celíaco, y responde positivamente a una dieta sin gluten. Sin embargo, no podría englobarse como alergia alimentaria ni como enfermedad celíaca.

  • Dermatitis herpetiforme

Manifestación cutánea de la enfermedad celíaca. Se trata de una enfermedad autoinmune inducida por el gluten que, además de lesionar el intestino, provoca lesiones de naturaleza ampollosa en algunas zonas de la piel, como los codos, las rodillas y la nuca.

  • Ataxia por gluten

Manifestación neurológica de la enfermedad celíaca. Se trata de una enfermedad autoinmune inducida por el gluten que, además de lesionar el intestino, provoca lesiones en las neuronas del cerebelo, la región del encéfalo encargada de la coordinación de los movimientos.

Información necesaria si eres celíaco…

Verdades y mentiras sobre la Celiaquía

Es falso que la enfermedad celíaca (EC) sea una enfermedad poco frecuente en España

En realidad se estima que la prevalencia de la EC en nuestro país es igual a la del resto de Europa, esto es, un celíaco por cada 120 nacidos vivos

Es falso que la EC se presenta solo en niños

En realidad puede presentarse a cualquier edad

Es falso que la única pauta del celíaco es evitar la ingesta de trigo y derivados

En realidad el celíaco ha de seguir un dieta estricta sin gluten de por vida. El gluten está en el centeno, trigo, cebada, avena y el triticale (trigo y centeno), así como sus derivados

Es falso que la EC no es hereditaria

En realidad la EC tiene base genética, pero no siempre se expresa clínicamente

Es falso que la EC es una alergia al gluten

En realidad la EC es una patología sistémica inmunomediada, en la que el paciente presenta intolerancia de por vida

Es falso que un celíaco sin diagnosticar siempre presenta diarrea

En realidad la diarrea es uno de los síntomas frecuentes pero no siempre está presente, la EC se caracteriza por su múltiple sintomatología

Es falso que la EC se diagnostica fácilmente con unos análisis de sangre

En realidad los análisis pueden servir para sospechar si los marcadores serológicos son positivos, pero esto no descarta o confirma la enfermedad

Es falso que la única ventaja de la dieta sin gluten es mantener un buen estado de nutrición

En realidad los celíacos no se dan cuenta de lo que es sentirse bien hasta que siguen la dieta sin gluten durante un tiempo y recobran su bienestar físico y metabólico

Es falso que en una persona obesa puede descartarse el padecimiento de la EC

En realidad la obesidad y el sobrepeso son compatibles con la EC. También se creía que los celíacos son de talla baja, cuando en realidad también los hay con una altura superior a la media

Es falso que una alimentación sin gluten puede perjudicar el desarrollo normal del niño

En realidad el gluten no es indispensable y puede ser sustituido por otras proteínas animales o vegetales

Es falso que una persona celíaca con una dieta estricta sin gluten que ya no tiene síntomas está curada

En realidad la EC es crónica y no tiene curación, si bien el seguimiento del tratamiento de forma correcta, que es una dieta exenta de gluten de forma continuada durante toda la vida, reduce los síntomas hasta hacerlos desaparecer en la mayoría de ocasiones

Es falso que ante la sospecha de la Enfermedad Celíaca debe instaurarse una dieta sin gluten

En realidad retirar el gluten de la dieta antes de realizar las pruebas clínicas convenientes puede suponer un retraso en el
diagnóstico y/o enmascarar otras patologías